Editorial: Octubre 2007

La Gestión y el V ENEL


Acabamos de cerrar la quinta versión del Encuentro Nacional de Estudiantes de Literatura, evento iniciado desde abril 2004 por un puñado de estudiantes vinculados a diferentes universidades de Bogotá, que decidieron unir sus fuerzas, su poder y sus talentos para generar un espacio de comunicación y convergencia de estudiantes de letras a escala nacional. Su visión, sin embargo, no se limitaba a la necesidad de crear ese espacio, sino a la de sostener e instaurar canales para que los siempre móviles concurrentes de los pregrados en literatura y afines del país siguieran en encuentro y comunicación, aún después de la coyuntura de los eventos. Así nace esto que hoy es la Red Nacional de Estudiantes de Literatura, que no es más que una entidad mediadora entre la institución literaria colombiana (llámese Universidad, ministerio, editorial, secretaría, empresa, biblioteca, multinacional, taller, etcétera) y lo que de base, relevo y potencialidad pueda existir en la materialidad de las aulas de las academias: los estudiantes lectores y escritores que adelantamos procesos de formación en estas disciplinas. Así nuestra actividad concreta ha sido simple, pero de gran importancia: propiciar la circulación de información a través de una significativa base de datos, y la organización y promoción de actividades de diversa índole relacionadas con el campo (encuentros, concursos, congresos, publicaciones, etc).

A través de un paradigma tan sencillo hemos logrado una permanencia y una visibilidad en el complicado panorama cultural colombiano, con sus problemas e intermitencias, como todo proceso organizativo, pero siempre convencidos de que la pasión por las letras y el arte es un común denominador más fuerte que la limitación de nuestros recursos, y con una certeza política muy sana entre muchas dudas (la que sabe necesaria la democratización de los saberes, en particular de los literarios, en Colombia), que nos llevan a embaucarnos una y otra vez en esto de la gestión, labor que puede resultar no muy grata para ese tipo de personas que se encuentran en el seno de las facultades de letras y humanidades (personas acostumbradas a encontrar razones para existir entre las páginas de los libros, sean comprados, prestados o robados), pero que se torna necesaria a la hora de plantearnos fines más altos y que involucren ánimos colectivos.

De gestión queremos hablar porque fue precisamente buena gestión la que hubo para hacer posible este V ENEL, que mostró la madurez que en este campo hemos ido ganando los que desde hace dos o tres años nos vinculamos a esta organización. Tan solo mencionemos los 50 hospedajes para ponentes y coordinadores, que posibilitaron que una buena parte de los asistentes nos encontráramos más allá de los auditorios; el librillo “Laberinto sin tiempo III”, que con el apoyo de la Alcaldía de Medellín publicó una selección de los poemas y relatos cortos enviados al Encuentro; y el transporte urbano, tanto entre el hotel y los lugares donde se realizaban las actividades culturales y académicas, como entre el hotel y los sitios turísticos, que visitábamos en las mañanas. Está de más mencionar la alimentación, la buena elección de los espacios para las distintas actividades (Universidad de Antioquia, Pontificia Bolivarana, Universidad Nacional de Colombia, Jardín Botánico y Feria del Libro, Salas culturales diversas, y hasta los remates en el bar-discoteca “Tibiri”), y por su puesto, la amabilidad y entrega del equipo logístico que coordinó todas las actividades.

Rescatamos, pues, del trabajo del Nodo Antioquia su gran capacidad de gestión, ya que es este trabajo el que hace posibles y vivibles los otros fines y objetivos de estos eventos: la discusión académica, la circulación de ideas y proyectos, el intercambio de experiencias, la construcción y ampliación de vínculos y relaciones, y por supuesto, la proliferación de amistades y amores, que en esta ocasión ocurrieron, miren ustedes, en la semana previa al día del amor y la amistad, frívola y feliz coincidencia que los asistentes, sin duda, supieron aprovechar.

Saludamos entonces la manera en que se ha venido construyendo el perfil y la concepción del ENEL, concepción que reconoce que quien viaja a este tipo de eventos no va solo a encerrarse en un auditorio, sino también a conocer otras universidades, otra ciudad, otros pares, otras perspectivas sobre los estudios literarios y sus pedagogías y didácticas, que no necesariamente se alcanzan a redondear en los 20 minutos de ponencia (tiempo que suele no alcanzarle a la mayoría de los ponentes); esta concepción que reconoce que quien viaja a un evento de este tipo va por lo general con la disposición de vivir algunos días inolvidables, días de aprendizaje en todos los campos de la vida, no solo en el académico, días que serán recordados el resto del año, por el resto de los eventos académicos y culturales del participante. El encuentro ocurre en los auditorios, por supuesto, pero toma una dimensión más material y perdurable en los espacios que se comparten fuera de él, en los espacios que mas que asistidos son vividos, pues si pensamos bien, siempre nos parece que estuvo malo un evento cuando lo que este ofrece no nos permite vivirlo, y fue esto lo que muy bien interpretaron y asimilaron los organizadores del evento al planificarlo de la manera que lo hicieron. Hacemos, pues, pública felicitación a Selen Arango Leydi Vasquez, Manuela Castaño, Laura Díaz, Gabriel Hernández, Juan David Berrío, Laura Quiceno, Liliana Echeverri y demás integrantes y colaboradores del Nodo, y les agradecemos habernos regalado con su trabajo otros seis días inolvidables que se suman a esta espléndida memoria que REDNEL ha venido construyendo en el movimiento estudiantil literario colombiano.

A manera de coda: ¿Qué significa gestionar en el campo literario? Gestionar es poner en práctica nuestro poder, capacidad y talento para satisfacer un deseo, que puede ser expresado en términos racionales como el logro de un fin. No solo gestionamos recursos materiales: gestionamos ideas, conocimientos, amistades, placeres y amores: gestionamos símbolos y sueños. La experiencia de REDNEL ha sido ante todo una experiencia de empoderamiento de los estudiantes de literatura y afines de Colombia a través de la gestión de esa cosa tan brumosa e incierta que es su objeto de estudio y de trabajo, gestionar en literatura es labrar un campo en la sociedad para nuestra ciencia, para nuestro arte, a la par que nos brindamos una experiencia vital, de formación y aprendizaje, que no está en capacidad de proporcionarnos ninguna Universidad. Las puertas de REDNEL están abiertas para quien quiera participar de nuestro proyecto.

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