Filosofía & Videojuegos: “Ennuigi 1.0” Charles Baudelaire, Jacques Derrida, Jean-Paul Sartre & Albert Camus llegan al universo de Super Mario Bros






Josh Millard es el creador de esta versión existencial del clásico juego de Nintendo [NES]. El autor señala que tras observar críticamente el universo de Super Mario Bros, y en particular, la ausencia total de narrativa explícita en el juego original, se encontró con una serie de ideas sobre los personajes y sus experiencias. ¿Quiénes son estos hombres extraños? ¿Qué los motiva? ¿Con qué derecho causan los estragos que hacen en este extraño lugar? ¿Qué es lo que sienten acerca de dónde están y lo que están haciendo?




Y así, esta es una lente a través de la cual mirar todos esos interrogantes, con la particularidad que el héroe no es Mario, sino Luigi, el segundo hermano, el del montón, como un espectador cómplice, vagando ahora a través de algún lugar fracturado, liminal en este mundo extraño, reflexionando sobre todo en fragmentos dispersos. Pasa algún tiempo con este Luigi lacónico y deprimido, que fuma un cigarro tras otro y deambula a través de un Mushroom Kingdom en ruinas, rumiando sobre la ontología, la ética, la familia, la identidad y los errores que él y su hermano han cometido. 


Ennui: aburrimiento, hartazgo, hastío, desinterés, fastidio, tedio, insatisfacción, desencanto.


«El motivo que quiero precisar es el del ennui. «Aburrimiento» no es una traducción adecuada, ni tampoco Langweite, excepto, quizá, en Shopenhauer; la noia se aproxima mucho más. Tengo en mente múltiples procesos de frustración, de désouvrement acumulativo. Energías roídas hasta la rutina a medida que aumenta la entropía. El movimiento o la inactividad repetidos, cuando se prolongan lo suficiente, segregan un veneno en la sangre, un torpor ácido. Letargia febril; la náusea amodorrada (descrita con tanta precisión por Coleridge en la Biographia Literaria) del hombre que falla un escalón en la escalera: hay muchos términos e imágenes aproximados. El uso del spleen por Baudelaire es el que más se aproxima: transmite el parentesco, la simultaneidad de la espera exasperada, vaga —¿pero de qué?— con el desgarro gris [Steiner, 1977: 20].» | Steiner, George [1977]. «El Gran Ennui», en El castillo de Barbazul. Trad. de Hernando Valencia Goelkel. Madrid: Guadarrama, pp. 9-30.